- Pérdida de peso o dificultad para ganarlo.
- Dificultad o lentitud al comer.
- Ladea la cabeza cuando come.
- Grano entero en heces.
- Tira el grano al masticarlo.
- Mal aliento.
- Cólicos frecuentes.
- Problemas para colocarle el bocado.
- No saliva el bocado correctamente.
- Tiene dificultad para reunirse.
- Problemas en los aires reunidos y elevados.
- Está rígido al montarlo.
- Le cuesta flexionar hacia un lado.
- Ladea la cabeza durante el trabajo.
- Mueve la cabeza violentamente o la sacude.
- Se pone de manos al montarlo.
- Se apoya en la boca al trabajar.
- Abre y cierra la boca continuamente.
- Difícil manejo.
- Le cambian filetes y bocados pero ninguno funciona.
- Está muy irritable.
- Apático.
Para evitar todo esto, es conveniente que nuestros caballos dispongan de forraje constantemente, que coman la menor cantidad de grano posible y es necesario hacerles una revisión anual de la boca, en la que personal veterinario proceda al limado de esos picos de dientes y a la extracción de piezas dentarias en su caso. Por ello, es conveniente que incluyamos este tipo de revisión en nuestro calendario como una actuación anual más, para que nuestros caballos se mantengan sanos y felices. Para cualquier duda, no dudes en contactar con nuestro consultorio.
Hola muy interesante el blog, estoy por hacer el técnico veterinario ecuestre ATV ecuestre, Quiero sacarme un titulo en el cuidado de caballos.
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