Queremos informar a la ciudadanía de las consecuencias que tiene la autorización que se ha dado en varios municipios de la provincia de Valencia para disparar a las palomas de forma indiscriminada para acabar con la plaga.
El permiso lo solicitan los agricultores alegando que las palomas y tórtolas se comen las cosechas. Esta práctica para acabar con el problema además de ser ineficaz, molesta y peligrosa para la ciudadanía, espanta al resto de aves, contamina el suelo de la huerta con plomo y es cruel con las palomas que no siempre mueren. Además, hay que destacar que existen alternativas muchísimo más eficaces, seguras, ecológicas y éticas para controlar este problema, que se aplican en la mayoría de municipios europeos.
Hace años el permiso se daba para 5 días y cazando solo de 7 a 9 de la mañana. Unas semanas antes se cebaba a las palomas en unas zonas concretas. La guardia civil y policía local cortaban el acceso y solo se disparaba al suelo. De eso se ha pasado a dar permiso a 18 municipios donde se puede cazar todos los días del año y a todas horas, de forma descontrolada, con simplemente avisar a la policía local. Si esto sigue así, en poco tiempo los cazadores tendrán permiso para cazar palomas en todos los municipios de la provincia de Valencia durante todo el año.
Queremos hacer constar nuestro malestar y disconformidad con estas actuaciones salvajes e indiscriminadas que se llevan a cabo desde hace más de una década y que según entendemos son molestas, irracionales e injustificadas por las siguientes razones:
- 1º El peligro y molestia que supone para los ciudadanos. Los sustos que producen a las personas y niños, que disfrutan de la naturaleza y la escasa huerta valenciana que nos queda, al disparar a cualquier hora durante cualquier época del año.
- 2º El perjuicio para el ecosistema de la huerta valenciana. La huida y desaparición de la fauna autóctona valenciana como caderneras, gafarron, verderón, cernícalo, etc. Que ya no anidan en ningún lugar de la huerta, probablemente por el estrés causado por los disparos.
- 3º La contaminación del suelo con el plomo de los perdigones. La caída de plomos durante mas de diez años en campos de cultivo con el problema esto que puede conllevar para salud publica.
- 4º La muerte salvaje y horrible de estos animales. Una vez disparados, los animales no son recogidos por los autores de los disparos, pudiéndose ver con mucha frecuencia animales vivos agonizando.
- 5º La ausencia total de resultados con este método salvaje. La excusa es que las palomas y tórtolas han sido declaradas plaga. Entendemos que si en 10 años o más no se ha solucionado, no funciona el método. Existen muchos otros medios mas civilizados, menos perjudiciales para el ecosistema y menos crueles para los animales, como su captura con redes, jaulas trampa o la ceba con piensos que los esterilizan, como hacen otros muchos ayuntamientos del Estado y de Europa.
Y en último lugar nos gustaría mostrar indignación y dar a conocer la dejadez de las asociaciones protectoras de animales a este respecto, pues se han enviado más de 45 cartas a diferentes asociaciones de Valencia, Castellón, Alicante y algunas del resto de España, también a periódicos y partidos políticos de los que se llaman ecologistas y, después de más de un año, seguimos igual o peor.
Difunde este tema si quieres una huerta valenciana tranquila, sana, con biodiversidad y sin escenas crueles. Gracias.
